Es gracioso, pues nunca me puse a analizar tus gustos musicales. Bueno, a ti te gustaba de todo. Dentro de tu colección de discos no podían faltar, a ver si recuerdo: Los shapis, Leo Dan, Rafael, Elvis Presley, Santana, los Bee Gees, toda la música disco que uno se pueda imaginar, y tus huaynos, esos de ley.
También recuerdo cómo ‘te llegó’, por así decirlo, el día que regresaste del trabajo, porque te olvidaste no sé qué cosa, y me ‘ampayaste’ escuchando Metallica, mientras golpeaba el tapete de una par de sillas que las agarré como si fuera una batería, cuando, en sí, debería haber estado en el colegio ( jajaja). Tenía diez años, pues. Estaba descubriendo lo que sería mi futuro ;)
Aunque sí de recuerdos hablamos, en la vida podemos dejar de lado las veces que le cantabas a mi mamá, ya sea a solas o al frente de todos, pues, y creo no equivocarme, siempre te voy a recordar como el ‘showman’ perfecto para las fiestas. -¡MIÉRCOLES! Ahora sé de quién saqué la bulla con los parlantes hasta mil. (Hasta ahora recuerdo esto último, pues cada vez que quería bajar el volumen de la radiola, porque las lunas estaban a punto de reventar, tú, ‘caleta’, llegabas de improviso y lo levantabas más…jajaaja).
A ver, otro recuerdo. Claro, está también cuando mi hermano Lucho se compró su primera guitarra eléctrica y lo mandaste en ‘one’ a la cocina para que ahí haga su bulla; renegabas un montón por eso. Pero tienes que ser consciente de lo orgulloso que estabas cuando ‘el flaco’ sacaba ‘Samba pa ti o Europa’ de Santana. Tu ‘cacharro’ lo decía todo.
Es una lástima que no estuvieras presente en todo mi desarrollo con la batería. Bueno, al final te saliste con la tuya, ya que tienes un hijo que canta (Alberto), uno que toca la guitarra y el bajo (Lucho) y uno que toca la batería y el cajón (Martín), y que al parecer, este último, también seguirá los rastros vocales de ‘beto’.
Y como para cerrar con broche de oro este texto, tengo que hacer mención a la dama que por muchos años tuviste de pareja de baile. (Tengo que reconocer que era un lujo verlos bailar y divertirse); aparte del sin fin de viajes que ambos vivieron; muy viajeros, para qué. ‘Paja’ por ello. Algún día viviré la misma experiencia que tuvieron tú y mi mamá, pa’.
