miércoles, 29 de setiembre de 2010

“Hey, la música es mucho más que tres notas

Gente, no sé, pero ayer que estuve ensayando con mi banda The Cargosos me di cuenta de algo: las personas, no todas claro, piensan que porque uno toca Nirvana es como si se tratara de algo totalmente simple y pasado de moda. Es curioso, pero recuerdo que en la adolescencia las primeras canciones que traté de sacar, con una bandita que formé en el colegio, fueron, precisamente, las del tío Kurt Cobain. Es más, aún tengo grabado en mi memoria las palabras ‘nefastas’, por así decirlo, de mi hermano que me comentó, mientras me enseñaba a tocar guitarra. “Pero por qué no puedes aprender algo tan sencillo, sí sólo son tres notas”.  Hoy en Cuarto D Ensayo: “Hey, la música es mucho más que tres notas…”


Creo que cuando uno es chico, sobre todo si hablamos de alguien que tiene doce años, piensa que la música que escucha lo es ‘todo’. Bueno, en la actualidad, aún sigo pensando lo mismo. Mientras escribo este post, la música del buen Scott Weiland trata de hacer lo suyo. Canciones como Creep de Stone Temple Pilots, que nacen con tan solo tres notas, pueden decir mucho más que cualquier pieza finamente elaborada por, quizás, un virtuoso del rock. 

Ahora, ¿qué entendemos por virtuosismo dentro de la música? Veamos. Cuando en su momento mi hermano me dijo que aquello que trataba de enseñarme era demasiado sencillo como para tocar, le dije. “Oe, y si te parece tan sencillo para tocar, por qué que existe en la actualidad un patita como Kurt Cobain que hace delirar a millones con eso que tú llamas sencillo”.

Muchos piensan que porque tocan rápido una guitarra o quizás porque realizan, digamos, movimientos que sobrepasan la gravedad, se consideran unos genios que lo pueden todo. Tal vez suena a ironía de mi parte decir esto, sobre todo porque soy un fiel seguidor de locos con la guitarra como: Yngwie Malmsteen, Joe Satriani, Jeff Beck, Van Halen, George Lynch, entre otros; mejor dicho, entre muchísimos más (risas). 

Bandas como The Ramones, Sex Pistol, The Clash y The Cure, encontraron aquello que otros grandes, por así decirlo, sobre todo si miramos su rapidez o excentricismo dentro de un escenario, no lograron. Razones para lograr esto existen muchas. Críticas del respetable por lo sencillo de sus melodías existen a montones. 

Se dice que en su momento Joe Ramone fue separado de una banda Hard Rock porque no alcanzó las notas altas de temas que lo ameritaban. Se dice que algunas bandas grunge como Alice in Chains, Nirvana o Smashing Pumpkins son aquellas agrupaciones que no llegaron al estrellato Heavy glam y que, hasta ahora lo escucho, fueron los negados del rock en los ochentas. Es increíble, pero esos son los grandes mitos del rock. Será verdad, no lo sé. Lo único que sé es que al escuchar, por primera vez, al maestro Kurt o tal vez a Tom Morello, sentí algo totalmente diferente que no puedo borrar de mi mente. 

Creo que el virtuoso, y loco en el rock, siempre se han caracterizado por sacar aquello que parece imposible, y que, tal vez, en su intento  por dejar huella y querer sacar una pieza demasiado elaborada, encuentra, en su simpleza, eso que puede agradar a muchos. 

Así que ya saben, sobre todo para aquellos que recién se inician en la música, no se dejen amilanar por nadie. Si estás con tu guitarra en estos momentos y, precisamente, estás sacando algún tema de Nirvana, Ramones o tal vez un tema propio, recuerda que esas tres notas te pueden cobijar gran parte del día, o incluso toda tu vida. “No les saques la vuelta nunca, sé fiel, y quién sabe, te pueden dar más de una sorpresa”…ImI…


 













miércoles, 22 de setiembre de 2010

¿por qué la gente detesta o critica el tono de voz de los vocalistas heavy metal?


Gente, hoy, sin pensar, escuché de la boca de una de mis mejores amigas lo siguiente. “Oe, no te ofendas, pero no te cansas de escuchar a esos pelucones que tanta bulla hacen. Es más, me llegan sobre todo esos que gritan como mujeres. ¡Los detesto!”. No sé si fue la manera cómo me lo dijo o si fue su irracionalidad del momento, sin embargo, lo que sí recuerdo de aquel desagradable episodio es que  tenía que llegar a mi casa volando, y escribir un post  en defensa de aquellos que ella dice ‘pelucones que gritan como mujeres’. Hoy en Cuarto d Ensayo: ¿por qué la gente detesta o critica el tono de voz de los vocalistas heavy metal? 

Cuando uno se inicia en el rock, siempre tiene prototipos o modelos a seguir. Se encuentran entre los que les gusta el estilo con voz gruesa, o como dice mi madre. “esos gritos ensordecedores”, y distorsión rápida, bien a lo Pantera, Metallica o Slayer; o aquellos que les gusta el heavy metal o hard rock, es decir, con un tono de voz relativamente alto.

Ahora, si nos ponemos a observar el panorama del rock, tenemos de todo un poco, ¿no? Entonces, ¿por qué agarrárselas con el vocalista heavy metal? 

Saben, desde siempre mis amigos, no todos claro, les ha parecido una chistosada o tal vez una burla el cantar como un heavy metal. A veces en los ensayos. “Oe, hay que tocar una de Iron Maiden o de Helloween” Y su respuesta no se hace esperar. “No, brother, paso. Me da palta cantar como una flaca” (…) 

Si revisamos el por qué es que un vocalista heavy o de hard rock canta con un tono alto, es posible que encontremos una serie de acepciones. Para empezar, tenemos que hurgar en las raíces para saber el quid del asunto. Como cultura musical, nadie me podrá negar que, en algún momento, no ha escuchado a Led Zepellin, banda de culto para muchos que nos iniciamos en el rock. O sea, si has escuchado a Robert Plant definitivamente tienes que tener en cuenta que el tío tiene una voz alta, para empezar. Y así podríamos mencionar una serie de nombres dentro del género: Ian Gillan de Deep Purple, Joe Lynn Turner de Rainbow y de Yngwie Malmsteen o el mismo Steve Perry de Journey.  En fin, una serie de talentos que se hicieron conocidos por su tono de voz alto y su manera de hacer un buen rock. Pero, por qué. ¿Por qué cantan con un tono alto?

Una vez el gran Yngwie Malmsteen, durante una entrevista, mencionó algo que me dejó pensando y que justo tiene que ver con este tema. Le preguntaron. “En qué te inspiraste al momento de componer toda tu música” Él simplemente respondió. “Una de mis influencias fue Paganini y Bach, entre otros…. la música clásica es una enfermedad la cual intoxicó mi vida y por ende mis creaciones”.

Definitivamente, la música clásica ha sido una cuota de inspiración para muchos que se iniciaron en el rock. El juego de instrumentos como pueden ser un violín, una guitarra barroca, un chelo o un piano, entre muchos más, nos pueden dar un acercamiento de cómo se trató de plantear el rock, sobre todo a mitad de los setentas y principios de los ochentas, con bandas como las del maestro Yngwie Malmsteen o el mismo Ritchie Blackmore, quienes trataron de simbolizar el rock por medio de la música clásica y el blues, sobre todo en los tonos y en los tiempos, a través de las guitarras, el teclado, y la voz en los cantantes. 

Luego el devenir es casi conocido. Bandas heavy que sazonaron este asunto y que todos conocemos como: Guns and Roses, Motley Crue, Poison, Cinderella, y todas las glam que te puedas imaginar; o aquellas con una temática aún más elevada y épica como: Rhapsody, Stratovarius, Helloween, Gama Ray, Avalanch, son un fiel reflejo de lo antes presentado. 

Así que si quieres criticar o tratar mal a un chico con tono de voz alto y que quiere hacer un buen heavy metal, primero piensa en el pobre de Bach o Amadeus, quienes colocaron las primeras piedras para engendrar estas hermosas melodías que alguna vez gritaste o coreaste. Están advertidos…ImI…

 
 

domingo, 19 de setiembre de 2010

Ozzy Osbourne: "You're fucking crazy man" (el tributo)


Gente, para muchos de los que me conocen, y para aquellos que recién lo hacen, quiero comentarles que tengo una gran debilidad en mi vida. Tal vez algunos ya se dieron cuenta; otro nos. Pero desde que escuché la canción No More Tears de Ozzy Osbourne simplemente dije. “¡Qué tal voz! ¿Quién es ése pata? Hoy, en Cuarto D Ensayo, un tributo a uno de los grandes maestros del rock que me acompaña desde que tengo 10 años, y que hasta ahora, gracias a Dios, se encuentra entre nosotros. El gran OZZY OSBOURNE…ImI…

Hablar sobre el príncipe de las tinieblas, el ozzman, o, simplemente, el tío Ozzy, es una alegría indescifrable para un headbanger, como el que habla, debido a una serie de razones tanto musicales como existenciales.

Luego de su paso por Black Sabbath, banda con la que TODO o prácticamente ‘todo’ empezó dentro del heavy metal, muchos creyeron que este sería el fin del gran Ozzy; sin embargo, fue en aquel final donde todo comenzó.  

Para empezar, podríamos mencionar que la voz del gran Ozzy tiene algo que otras no tienen. Me animaría incluso a decir que fue esta la causante de que existan diversos géneros del rock a partir de mediados de los setentas. 

Ahora, ¿Por qué se da esto? Vamos a ver. Ozzy Osbourne siempre se ha caracterizado por reclutar a grandes guitarristas que en su momento fueron unos totales desconocidos, (no todos, claro) pero que luego se convirtieron en las leyendas que hoy, gracias a nuestro bagaje musical y al youtube, conocemos. 

Randhy Roads, Brad Gillis, Jake E Lee, Zakk Wylde, y, ahora, Gus G. Todos, en su momento, menos Gus G que es el guitarrista actual de Ozzy, determinaron los tiempos y movimientos musicales que el heavy metal debía tener para entonces. Claro, si nos remitimos a Randhy Roads, maestro de maestros, podríamos decir que fue él quien comenzó el ‘estilo’ al momento de caracterizar y tomar como referencia, con su guitarra, la voz del gran Ozzy. Discos como el “Blizzard of Oz” o el “Diary of a Madman” son piezas musicales que determinaron, por medio de la guitarra de Roads, un hilo conductor dentro de los rasgueos ‘crujientes’ en el heavy metal, y el rock, a lo largo de los años. 

Jake E Lee, uno de esos genios que sólo nacen una vez en la vida, dio origen, junto a Ozzy, a uno de los mejores discos heavy en la década de los ochentas, “The Ultimate Sin”. La rapidez y el feelin de Lee al momento de versionar Lightning Strikes  nos da el indicativo de que Ozzy, junto a su voz glam, se enrumbaban hacia el éxito. 

El vikingo, la bestia, el hombre de la parada con V invertida, y de quien se dice que es el último gran guitarrista de todos los tiempos, Zakk Wylde, en estos últimos 22 años, fue otra de las piezas vitales para que el gran Ozzy se mantenga con ese poder que todos le conocemos. El “No Reast for the Wicked” fue el disco que nos dio la luz de que Ozzy  Osbourne y  Zakk Wylde serían aquella dupla poderosa para el heavy metal durante estas dos últimas décadas. Temas como Miracle Man, Breaking the Rules, representan el poderío que es sintetizado por el gruñido chillón de la guitarra de Wylde, y que, estoy seguro, representa, en guitarra, la melodía con eco, al final, de la voz de ozzy. 

El príncipe de las tinieblas, el no muerto, el abuelo de todos los que escuchamos del buen metal, sigue entre nosotros, “vivito y coleando” y debemos sentirnos felices por eso. Qué más se puede decir sobre este ser, nada. Simplemente, tal vez decirle, si algún día lo tengo al frente. “you' re fucking crazy, man”….ImI….! 

Habrá segunda parte...

Pd: A continuación los dejo con dos temas, tal vez que no son los clásicos del tío, pero que representan el feelin de Ozzy a lo largo de toda su historia. 






viernes, 17 de setiembre de 2010

Hey, pero por qué se van, si la fiesta recién comienza...

Gente, no sé si me equivoco, pero creo que cuando uno asiste a una fiesta, entre otras cosas, para empezar, busca divertirse; luego, trata de entablar una conversa interesante con alguien;  si se puede, bailar un poco, dependiendo de la fiesta, claro; y, finalmente, volver a casa con un grato recuerdo. Sin embargo, qué ocurre cuando aquella fiesta tibia e inocente, para el caso, se transforma en un vendaval insano del rock, que emergió de la nada, pero que al día siguiente fue apodada entre todos tus amigos como ‘la madre de todas las fiestas’. 

Sé que estamos a una cuantas horas del vanagloriado sábado, día, para muchos, como el que habla, de salida nocturna y vaivén peculiar. Aunque lo que les voy a contar, es posible que aligere su salida este fin de semana o haga que organicen una fiesta de aquellas en casa.

Todo comenzó con un silbido de mi buen amigo Diego, quien me avisó de una fiesta que en sí era una ‘tocada’ en casa de un amigo suyo de la PUCP. Era el momento cumbre para nosotros. Sentí que ‘esto’ era una señal. 

No pasó ni cinco minutos y estuve en casa de mi bajista esperando a que los demás integrantes de la banda lleguen. Pasaron los minutos y uno a uno arribaba sin previo aviso. Los instrumentos eran probados antes de su ejecución final. Aparentemente, todo quedó listo. Era el momento de partir. 

En sí, para qué, la emoción era grande. Todos nos hicimos la idea de que la ‘tocada’, en casa del amigo de mi brother, sería genial. Sin embargo, aquí empezó nuestro primer gran dilema, o mejor dicho, mi primer gran dilema. “Diego, ¿dónde vive tu amigo?” A diego nunca le ha gustado contestar mientras maneja, aunque, ante la presión del grupo, respondió lo siguiente. “Cholo, no te preocupes, mi pata vive algo lejos, al costado del cerro, para ser más exactos” (risas). Al observar la sonrisa masiva de mis amigos, comprendí que se trataba de una broma. No obstante, las broma, algunas veces, superan la realidad. 

Una vez que arribamos, y desmontamos los instrumentos, la lógica de poder analizar lo que nuestros ojos vieron aquella noche, simplemente, quedó en el recuerdo. 

Para empezar, la fiesta, o mejor dicho, cualquier cosa, en efecto, quedaba al costado de un cerro. No nos molestaba, para nada tocar al costado de un cerro; aunque nunca creímos que esto ocurriría. Irónico, para qué. (risas) Una vez que ingresamos a la reunión, nuestros corazones, empilados por el hard rock que aquella noche vuestros poros expulsarían, se apagaron totalmente con el ambiente. Era la primera vez que veía algo así. Amigos del cumpleañero por un lado; familiares por otro; y metaleros y punkies sin dirección alguna. Era una especie de fiesta en donde nosotros seríamos la cereza de la noche y ellos nuestro fiel público que, por las muecas en sus rostros, no esperaban nuestro arribo.  

Era hora de tocar; aunque el dilema, ahora, era el siguiente. “Diego de ‘mela’, ¿por qué no nos dijiste que esto era una fiesta y no una tocada? Mi querido amigo solo atinó a responder. “Oe, ya no me jodan, toquen nomás…”. En ese momento recordé a Kevin Arnold, quien con su banda los Zapatos Eléctricos dijo algo similar. “si no tocamos bien, al menos tocaremos fuerte”. 

La ironía de la noche terminó antes de poder empezar con el primer tema. ¿Qué ocurrió? Los amplificadores dejaron de funcionar. ¡No se podía conectar los instrumentos! Para esto, la masa ardiente de espectadores se mostró algo impaciente. Pensé que este sería el fin. Sin embargo, los milagros aparecen de la nada. Fernando, el chato entre nosotros, agarró una guitarra de palo y sacó uno de los temas emblemas de Slayer, “The antichrist” con una rapidez que no le conocía. Fue ‘locazo’. Nadie esperaba que tocara este tema con tan solo una guitarra de palo. Lo único que atiné fue seguirle la corriente con la batería, y al final, sin querer queriendo, se convirtió en una sinfonía de total destrucción. 

Los minutos transcurrían y las sillas volaban de un lugar a otro. La masa de amigos y de familiares, sobre todo de aquellos que se encontraron  atrapados entre la multitud, y algunos desconocidos de negro, armaron tremendo ‘pogo’ que en cuestión de segundos transformó la inocente reunión en todo un campo de batalla. 

Creo que ni siquiera nosotros, al final, luego de observar a toda esa masa que nos despidía con espaldarazos en los hombros, pudimos comprender lo que había ocurrido. Era la hecatombe de aquello que nos gusta y nos mantiene despiertos. Era el sentimiento que se deslizó por nuestras venas e hizo que una serie de individuos, que nos parecían extraños, así como lo fuimos para ellos, terminaran por ser una ola, que al igual que el rock, nos envolviera en aquello que aún, hasta hoy, seguimos creyendo…ImI…


miércoles, 15 de setiembre de 2010

Oe, todo el día paras de negro, ¿no?



Gente, creo que pise fondo dentro de mi psiquis rockera. Desde hace unos minutos, algo que siempre estoy acostumbrado a usar como vestimenta de guerra en el pecho, me está generando un cuestionamiento, quien sabe errado, sobre una de las expresiones que más adoro en la vida: el metal. Es más, a tal punto a llegado todo esto que luego de observar por unos minutos mi polo de color negro de Metallica, ‘tirado’ en mi cama, una pregunta se me vino a la mente: ¿Por qué al color negro, dentro de la música, siempre se le ha identificado con esa maraña que envuelve al rock, sobre todo en géneros como el hard rock, el metal, el dark, o, incluso, para algunos, el punk?

Es gracioso, pero hace unos minutos, mientras chateaba con uno de mis patas, le comenté sobre este post y, sin pensarlo dos veces, me respondió lo siguiente. “Este es un tema bastante profundo brother, en donde no sólo se abarca la música, sino también lo místico y lo religioso…”.

(Gracias, keddy. Te pasaste pal cuzco con tu aporte).

Definitivamente la música, sobre todo el rock, siempre ha caído dentro de un culto obsesivo y emotivo, muchas veces de tribu, que genera un vaivén corporal divertido, al cual nosotros le aplicamos una serie de calificativos como: yeah!!! o hell yeah!!, y claro, siempre acompañado de una reinterpretación no verbal metal como esta: ImI...(los famosos ‘cuernitos’ del diablo).

Ahora, si queremos reconocer una etapa o momento en donde se produjo este gusto o asociación del color negro dentro del rock, tendremos que viajar en el tiempo y especular con alguna banda de nuestro terruño musical.

Para algunos, Black Sabbath es, y será siempre, la piedra angular de todo lo que tenga que ver con lo oscuro y siniestro en el rock. Canciones como Black Sabbath o Sabbath Bloody Sabbath han representado, por así decirlo, la parte mística o mágica dentro del rock, a lo largo de los años.

De igual forma, si tenemos que hablar de una agrupación que se enfocó netamente del color negro dentro de su insignia de batalla en el rock, podríamos mencionar a la banda heavy Judas Priest, sobre todo visto desde el gusto andrógino del líder de la banda, Rob Halford, quien, desde siempre, ha manifestado un apego por el cuero, ya sea en gorros, látigos, casacas, pantalones o botas.

Cuando hablamos de aquello que consideramos como contestatario y que representa, en parte, también al color negro, estoy seguro de que automáticamente se nos viene a la mente las casacas de cuero de The Ramones y su famoso “blitzkrieg bop”.

Lo que sí es un hecho, y la mayoría de metaleros dan fe de aquello, fue el momento en que el estereotipo de un headbanger se formó con el color negro. Todo se lo debemos a Metallica y su clásica indumentaria. Más sencilla no podía ser: un polo negro, un jean y unas zapatillas.

Por donde uno lo mire, el color negro siempre ha estado ligado a toda manifestación corporal, emotiva, y muchas veces irracional dentro del rock. Su textura, su magia y su casi innegable fidelidad es una cuestión de orgullo para muchos que sienten y aman esta maravillosa música.

A todo esto, ¿Qué más queda decir? Nada. Simplemente, en estos momentos, coge tu camiseta, sea de Metallica, Slayer, Pantera, Kiss o de The Ramones, pon la música a todo volumen, y siente lo que es incuestionable e irrefutable.

Mientras de fondo suena Four Horsemen de Metallica, tal vez ahora entienda lo que en su momento quiso decir Gerardo Manuel cuando mencionó: “el rock es cultura”. Aparentemente, tuvo razón…ImI…



domingo, 12 de setiembre de 2010

Las diosas del hard rock



Gente, hace unos días una vieja amiga que vino de visita al Perú me comentó acerca de un tema que me ha dado vueltas todo el fin de semana, y que ahora quiero compartir con ustedes. Ella me dijo esto: "Hey, así como a mí me gustan los patas con cabello largo, tatuajes y cara de malo; a ti, ¿alguna vez te ha interesado el prototipo de una chica ‘rockera’ o, en todo caso, que toque en una banda de rock?" Bueno, sólo recuerdo que atiné en responder su extraña pregunta con tan solo siete palabras: " La bajista Sean Yseult de White Zombie".

Ahora, debido a mi respuesta, me imagino que muchos piensan que me fumé algo; pero solos les digo que así como ellas tienen una fijación por un rockstar, estoy seguro, y no se hagan (risas), de que el headbanger promedio, en algún momento, a fantaseado con la pose de una rockera mata pasiones, o incluso ha llegado a decir: "Esa chica tiene algo, pero no sé qué es…".

Esta extraña fijación por las rockeras irrumpió en mí a partir de los trece años. No sé, pero la primera vez que vi a la bajista de White Zombie, Sean Yseult, interpretando “More Human Than Human”, simplemente, me quedé ‘lelo’. Y es que no sólo es su despliegue en el escenario lo que me atrae; la actitud que muestra al momento de balancear su larga cabellera teñida de verde sobre su firme bajo, y la ligera, pero misteriosa sonrisa que se deja ver por momentos, hace más que llamativa a la ex pareja del ‘lechero’ de Rob Zombie.

En los ochentas, si bien existió una Madonna que controló el género pop, y el gusto libidinoso de muchos, también, dentro glam metal, existió un delirio colectivo hacia una mujer de voz ronca y mirada penetrante. Lita Ford, la ‘diosa del rock’, esbozó en más de uno el gusto no sólo por la música, sino por la actitud desplegada en los escenarios de chica mala del rock. Cómo olvidar su interpretación de Close my eyes forever” junto al tío Ozzy Osbourne. Simplemente ‘soberbia’.

Ya en los noventas, la laca, el rímel y el tinte excesivo fueron dejados de lado, para dar pie a las cabelleras rubias, los ojos encendidos y los grandes labios gruesos. Rockeras contestatarias en su momento como Courtney Love, Gwen Stefani y Alanis Morissette son el vivo retrato de que los gustos y la forma de ver a las rudas del rock, cambiaron con el tiempo.

Para aquellos que les gustan las chicas con timbre de voz alto, al estilo mesosoprano, y de una belleza sin igual, se encuentran las más heavy de contorneo agresivo, pero de dulzura en el escenario. Tarja Turunen de Nightwish, Simone Simons de Épica y Amy Lee de Evanescence representan el sueño de muñecas de porcelana, combinado con letales dosis de movimiento de cabeza al estilo Jason Newsted, ex bajista de Metallica.

Solo me queda decir que ya sea por su voz o por lo extremadamente orates que se comportan en el escenario, las diosas del hard rock tienen ese algo que muchos no se explican qué es, pero que encandila y enfatiza la rudeza de un género que, estoy seguro, tendrá más adeptos a partir de hoy.

Pd: A continuación, presentaciones de White Zombie con la bajista Sean Yseult y Épica con Simone Simons en la voz.



jueves, 9 de setiembre de 2010

Yo quiero mi...YOUTUBE




Gente, es alucinante la forma cómo, en la actualidad, uno puede ser el rockstar del día con tan solo recibir un ‘click’ en el fabuloso mundo del Youtube. Es asombroso, en serio. Hace dos semanas la banda de mi pata Alvaro, Anorkiss Band, en tan solo su primer día de emisión, tuvo como más de 400 reproducciones. Bueno, ustedes me dirán que no es mucho, pero las nuevas propuestas musicales apelan a este tipo de formatos con tal de hacerse conocidas y quién sabe, tal vez, con el tiempo, y la buena suerte del famoso ‘click’, haga que un mortal o simple headbanger aficionado sea una leyenda en tan solo un día.

Hace una semana tuve la dicha de volver a ensayar con mi banda The Cargosos en una sala de ensayo de unos amigos del barrio. ¿El motivo? Pronto nos presentaremos en un bar grunge del centro de Lima. Sin embargo, lo gracioso no queda ahí. Una vez que comenzamos a escuchar y observar nuestro ensayo, el bajista de mi grupo tuvo una idea que me dejó pensando el resto del camino de vuelta a mi casa. Quería que subiéramos nuestra grabación a Youtube y, de esa forma, preparar un posible camino hacia el estrellato. Fue ahí que me dije a mí mismo: “¿en qué momento el Youtube se catapultó como el nuevo Ferrando del Rock?

Si más no recuerdo, y si mi memoria no me falla, espero, Metallica, sí, la poderosa banda que en algún momento fue llamada “Alcohólica”, debido a su gusto por el licor desmedido, se hizo conocida en los Estados Unidos con el viejo truco: “oe, que bacán esa banda. ¿Quiénes son? Préstame tu cassette para sacarle copia…”. Imagínense, pues. Sin Youtube, ni MTV. Nada. Simplemente, de mano en mano, como los viejos y añorados tiempos.

Justo en estos momentos, mientras escribo, tengo de fondo musical uno de los más insignes temas que mi oído ha escuchado durante todos estos años. Powerslave, de Iron Maiden, fue el primer cassette de heavy metal que tuve entre mis manos cuando tenía doce años. Todo el día lo escuchaba. En mi barrio, mis amigos me pedían a gritos que se los preste. Era la novedad entre nosotros. Lo llamábamos ‘la caleta’, sin saber, por esos tiempos, que tenía más diez años de haber sido presentado.

Ahora, con esto no estoy desestimando la utilidad del Youtube del todo, ya que, y lo acepto, me considero un desenfrenado visionario de bandas por este medio. Tengo que reconocer lo maravilloso que es mientras laboro, ya sea en casa o en mi trabajo. Es más, es increíble cómo una gran cantidad de bandas se han hecho conocidas a través de este soporte.

En la argentina existe una banda que se llama By Gauchos (Los gauchos de acero) que los he seguido desde que ellos eran niños. Y por qué digo niños, aunque ya no lo sean, por qué el youtube, prácticamente, ha sido su progenitor que les ha dado de comer y los ha cuidado a lo largo de estos años. Su particularidad es tocar covers de bandas afines a sus gustos. Entre estos se encuentran: Metallica, Slipknot, Pantera, Sepultura, Iron Maiden, entre otros. Deberían observar la cantidad de visitas que tienen, es impresionante. Se han presentado en casi todos los programas de su país. Grabaron un comercial para Motorolla, y conocieron a Iron Maiden en la gira de la doncella a Latinoamérica hace dos años. Nada mal para unos pequeños que de la nada colgaron su video en Youtube, ¿no?

Sé que el costo de ser un rockstar en nuestros días ha cambiado, sin embargo, y esto les digo a todos mis brothers, y personas que buscan sobresalir en la música, sea el género que fuera, nada es fácil ahora, hay que meterle 'harto' feelin, ya que el gusto del respetable te puede catapultar en ‘one’ o simplemente llevar al estrellato con tan solo un ‘click’. Es duro, pero es así. Qué queda, simplemente seguir con el sueño perenne de tal vez, algún día, ser el rockstar entre tus patas, o ser la leyenda entre todos nosotros. ImI..

A continuación, the trooper tocada por los gauchos de acero...




martes, 7 de setiembre de 2010

Soy batero y qué...



Gente, este es un aviso a la comunidad y, a su vez, una inquietud que he tenido desde siempre. ¿Alguno de ustedes ha cogido un par de lapiceros y los ha utilizado como baquetas y, de cierta forma, ‘utilizado’ las ollas de sus lindas madres como tambores, en la adolescencia?

Si la respuesta es sí, debo dar gracias a Dios porque ya no me considero ‘orate’ del todo; pero si la respuesta es no, espero que con la siguiente anécdota que me pasó hace dieciocho años, te robes los lapiceros de tu hermana menor, busques un buen tapete de alguna silla de tu casa y te animes a decir: “soy batero y qué…”

Todo data desde mis precoces diez años. El recuerdo aún vivo de mi primer juego de baquetas marca ‘novo’ fue peculiar (risas). Imagínense pues: He ahí yo, frente a mi ‘casi’ batería portátil, armada con unas ollas de mi madre, las cuales, desde luego, nunca reconoció al final. Me sentía extraño, casi pasmado. No supe qué hacer o decir; sin embargo, creo que fue ahí cuando dije, o soy batero por un día y, simplemente, chapo mi pelota y salgo a jugar con mis amigos, o soy el mejor batero que alguien pueda dudar y sigo con esto. Tomé la segunda decisión, desde luego.

Ahora, como todo pequeño que comienza a conocer el mundo, tuve grandes maestros que me acompañaron durante largos años en la clandestinidad de mi habitación. Entre estos puedo nombrar, con orgullo, a Lars Ulrich de Metallica, Nicko McBrain de Iron Maiden, Charly Alberti de Soda Stereo, Mike Portnoy de Dream Theater y Chad Gaylord de los Red Hot Chili Peppers.

Ese fue el inicio del fin. Todo el día, ya se imaginarán, fueron dulces melodías de Metallica, Iron Maiden, Van Halen y ACDC. Era una cosa de locos. Primero empezaba con las sillas, luego los sillones, luego mi cama, es decir, toda forma rectangular que tuviera una especie de tapete, y que sirviera como ‘tarola’ imaginaria, bienvenido.

Pasaban las horas, los minutos y la fiesta headbanger, que había armado en mi casa, estaba por terminar. Mis padres llegarían en unos instantes, y era hora de poner todo en su lugar. Si armar la pequeña batería fue una locura, lo peor vino después.

Parece como si fuera ayer, pero hasta ahora tengo la mirada encendida de mi padre que me mira y me dice: “carajo, espero que no hayas roto el tapete de las sillas, porque si no…” (risas).

En fin, en la actualidad mis pies y dedos viajan cada uno por sí solos, en una dirección, en un sentido. Es divertido, para qué. No puedo dejar de moverlos. Muchos que me conocen piensan que es un tick nervioso, o que simplemente tengo ganas de ir al baño, sin embargo, les digo, que es el recuerdo el que habla por sí solo; son emociones que, incluso en la combi, salen a la luz. No puedo dejar de mover mis dedos al escuchar una melodía; no puedo dejar de sentir la música que viaja por mis venas; en síntesis: “soy batero y qué…”

Pd: A continuación, una prueba de que para tocar batería no existe una edad promedio…ImI…


lunes, 6 de setiembre de 2010

¿A tu amiga le gusta ese pata de cabello largo?




Gente, luego de soñar un poco, y verme por unos minutos, parado en un escenario, me di cuenta de algo: a toda mujer, creo, y por videos en conciertos lo compruebo, siempre le ha gustado la idea de salir o fantasear con un rockstar. Tal vez el estereotipo o simplemente su presencia, pero la sensación de poder atraer la mirada del chico malo, aún se observa en nuestros días.

Muchas, en algún momento, soñaron con Axel Rose o Kurt Kobain. Sí, el sueño del chico malo con mirada penetrante y fuerza en sus acciones encandiló a más de una en la década pasada. No sé, pero la histeria, como el disco de Def Leppard, “Hysteria”, se refleja en los ojos de ellas, y muchos, como el que habla, en algún momento, hemos dicho: “qué lechero el pelucón de mela…”. Pero es así.

Ahora, para llegar a esta breve hipótesis tuve que conversar con una serie de amigas que me comentaron sobre sus gustos y complicaciones al momento de fantasear con ellos.

Algunas los prefieren a lo Axel Rose, es decir, soberbio, con cara de pocos amigos, y que sea atrevido en todo. Otras, a lo Kurt Cobain, es decir, con cabello sucio, rubiecito, ojos claros, y que haga sonseras en el escenario.


Tenemos, también, quienes los prefieren encuerados. “Mientras más cuero mejor”, dicen algunas. Aquí se encuentran especímenes como: Bret Michaels de Poison, Sebastian Bach de Skid Row y Gene Simons de KISS, quien, y en verdad lo sostengo, me indignó el saber de su relación con una mujer que envenenó mi cerebro en la adolescencia, la actriz voyeur Shannon Tweed.

Sin embargo, y miren que cada vez estamos en secciones un poco más sórdidas, existen los gustos casi, por así decirlo, aberrantes e insanos. Para algunas, a pesar de haberse sacado una costilla o ponerse un ojo de chancho…(JAJAAJAJ) Marilyn Manson, se la lleva a punta de patadas y puñetes; obsesivo dicen algunas, pero mírenlo al flaco, siempre rodeado de modelos o actrices, como Evam Rachel Wood, por ejemplo. Ahora, otra calaña que ingresa dentro de esta sección es Tommy Lee de Motley Crue, recordado por ser el ‘lechero’ que tuvo entre sus manos a la bomba sexy Pamela Anderson, quien acabó ‘peor’ que el mapache Clean de Candy, es decir con los ojos negros, debido a las tremendas palizas suscitadas una y otra vez por celos del batero. Pero, en fin, así los prefieren ellas.

Como conclusión me queda decirle a mis brothers, que en algún momento adoptaron posiciones corporales y gestos como los mencionados, lo siguiente. Si desean tener millones de chicas a sus pies, tienen que estar con pantalones de cuero, tener el cabello sucio, ser agresivo y, muchas veces, con cara de malo.

Sé que la respuesta la tienen ustedes, pero, aparentemente, las rockeras de sus amigas ya tomaron una decisión. ¡Suerte! xD


viernes, 3 de setiembre de 2010

Gerardo Manuel: "MTV nos siguió a nosotros"



Gente, luego de hurgar en algunos archivos de mi compu, encontré una conversa que tuve con el mítico rockero nacional Gerardo Manuel, hace 1 año, en donde nos habló acerca de su recordado programa Disco Club. ¡No se lo pierdan! ImI...


Amante de la música en todas sus expresiones. Postuló a la escuela oficial de la Marina, pero un problema en los ojos le impidió ser marino como su padre; no obstante, la radio y la televisión enmendaron ese sueño: “se perdió un marino, pero se ganó un rockero”, confiesa.

Gerardo Manuel, el hombre que nos deleitó con el “Bule Bule”, nos llevará por un viaje retro a su programa Disco Club, y de seguro, que al finalizar esta entrevista, todos tomaremos nuestra leche.

-¿Qué recuerdos le vienen a su mente al escuchar esta frase: “pórtense bien y tomen toda su leche?

Bueno, evidentemente es una mezcla de recuerdos: se combina lo familiar con lo social y lo amical. Esta frase me permitió conocer muchas personas que se tomaban la frase muy en serio. Sabes, en alguna oportunidad, me encontré con tantas personas que me dieron las gracias por el programa, por la música, por la forma en que presenté esta vitrina musical ‘tan surtida’. En resumen, era como tener en tu sala a un inmenso auditorio, en donde puedes recibir a todos tus amigos, y brindarles eso que ellos buscan. Esto, a la larga, lo tomé como una actitud de compartir con la gente.

- Dentro del espacio conflictivo de la década de los setentas: ¿Cómo pudo sobrevivir un programa como Disco club, y con tales características?

Mira, mucho tiene que ver la persona que me recibió cuando fui a presentar la propuesta. En un principio, me acerqué a los canales particulares, que en ese momento eran manejados por una entidad llamada Telecentro. Sin embargo, fue en el Canal 7 en donde encontré muchos amigos que reconocieron mi trabajo en la radio, y dedujeron que si el programa tenía éxito en la radio, también lo tendría en la televisión.

- En un primer momento, ¿cuál fue el formato que definió la estructura del programa?

El formato que les presenté era novedoso. Era la primera vez que en el mundo se usaba la idea de un programa de recopilación de videoclips. Es más, esta idea no me la copié de nadie, y te lo digo con orgullo. Esto, aproximadamente, fue 4 o 5 años antes que de saliera la cadena musical MTV. En sí, la idea comenzó con un programa de una hora los jueves. Eso fue en junio de 1978, y a medida que el éxito del programa subía, en noviembre de ese año, se lanzó un programa en edición diaria de treinta minutos, y una hora los sábados que era el resumen de la semana, “para los que llegaron tarde”, otra de mis frases.

- ¿Se considera contestatario?

Sabes, yo tengo ese defecto muy grave: nunca me callo. Digo las cosas como las pienso, porque creo que si uno las deja pasar, ya no tienes oportunidad de hablarlas.

- Bueno, como que también eso es el rock...

Exactamente, y yo mantengo ese espíritu. El rock no sólo es una pose, como muchos piensan, o ponerte un polito bonito. ¡Así no es! Es una actitud hacia la vida, y que no necesariamente implica el uso drogas o el abuso de alcohol. Por ejemplo, yo no tomo ni fumo. Nunca lo he hecho y, paradójicamente, mi grupo se llama “el Humo”, alucina (risas). Ahora, el nombre de la banda se creó de forma anecdótica. Fue el recordado Ernesto Samamé, ‘el peladito’ de We All Together, quien nos bautizó. Sabes, fue un mate de risa la forma cómo nació el nombre. Después de terminar el disco se tenía que poner nombre a la banda y por allí decían: ¿Cuál es tu segundo nombre? Respondí: Manuel. Y me respondieron: “qué bacán”, que se llame Gerardo Manuel. (risas) Les manifesté que mi nombre no podía ir solo, porque parecía cantante de boleros (JAJAJAJAJAA…XD!!!), y Ernesto dijo: y porqué, como nos juntamos y luego nos desaparecemos cada uno por su lado, no nos ponemos “El Humo”. Es una metáfora, diría yo. Sabes, qué nos íbamos a imaginar que más tarde éste nombre sería el sinónimo de droga.

Queen se vio primero

- Retomando el tema de Disco Club ¿Cuál fue el primer videoclip musical que se transmitió en su programa?

El primero fue Rapsodia Bohemia de Queen, en 1976. Fue el primer video conceptual, y fue filmado en 35 mm. En esa época estaba en pañales el formato tres cuartos. Antes se mandaba a las compañías de discos los Film Clips (no video), el cual era en 16mm o 35 mm. Te cuento cómo era la cosa. Se llevaba en grandes madejas de película, con una canción, cada una, de diferentes artistas como: James Brown, Rod Stewart, Queen, entre otros. Había rollos interminables que se armaban en las compañías cinematográficas. Esos rollos se pasaron en la “Más Más de Panamericana”, en el Campo de Marte. Esos eran “los Film Clips”.

- Analizando la popularidad que tuvo Disco Club ¿Cuál fue la repercusión tanto de usted como de su equipo de trabajo al salir la cadena MTV?

Simplemente, lo que nunca me olvido, es la correspondencia que llegaba. Entre otras cosas me decían: “Gerardo has algo porque se han copiado de ti”. Sabes, eso era lo bacán del asunto. Nadie me preguntaba por qué te copiabas de ellos, sería absurdo. Y mira, esto repercutió tanto que en la revista Billboard mencionaron el hecho. En otras palabras decían que en el Perú hay un programa que se adelantó a todos los programas de viodeoclips en el mundo, se llama Disco Club, y ha salido 4 años antes que la cadena MTV.

Son peruanos y son buenos...

- ¿Se acuerda de las primeras bandas nacionales que se difundieron en Disco Club?

Evidentemente, no me puedo olvidar de “Frágil”, que fueron los primeros que me llevaron un videoclip con el concepto internacional de la época. Otra banda era “Rio” con Televidente; y otros grupos que fui grabando en el estudio del canal. A estos grupos les fui insertando imágenes diversas de videoclips que no pasaba, porque la música no era muy buena. Es más, y esto es un vacilón, me secuestraba esas imágenes y armaba los videos de bandas como: “Pueblo del Barrio”, de “Chachi Luján”, y de otras que pasaron por Disco Club.

- ¿Cómo fue el paso del Canal de Estado al Cable?

En 1995 me llamaron del Cable para renovar todo. Evidentemente, tenían mejores condiciones de las que se presentaron en canal 7.

- Finalmente, sino hubiera hecho rock ¿Qué hubiera hecho?

Hubiera sido ‘sordo’, seguro. Me hubiera perforado los tímpanos, ja, ja, ja...