jueves, 9 de diciembre de 2010

La 'pose' del guitarrista de rock...


Gente, y esto va sobre todo para los guitarristas, ¿alguno de ustedes vio la película “Escuela de Rock”? Bueno, no sé si se percataron, pero en una de las escenas, el profesor Schneible le enseñó al pequeño Zack cómo debía pararse frente a un escenario, y cómo debía afrontar éste el hecho de ser todo un guitarrista de una banda de rock. ¿Es necesario tener cierta actitud al momento de ser un guitarrista de una banda de rock? Hoy en Cuarto D Ensayo: La ‘pose’ de un guitarrista de rock…

Cuando nosotros observamos videos o incluso vemos en vivo al guitarrista que nos roba el aliento con uno de sus solos, lo único que a veces nos queda decir es: “qué genial es ese tipo…cómo hizo eso…sin palabras”. Pero se han puesto a analizar, ¿Por qué tal guitarrista llegó a convertirse en todo un ídolo del rock y por qué éste otro no? ¿Qué se necesita para ser, no sé, un Keith Richards, o tal vez un Angus Young, o quizás un Slash?

A ver revisemos; o mejor aún, ‘construyamos y especifiquemos’ qué elementos tomamos en cuenta al momento de seguir y, por qué no decirlo, ‘adorar’ a un guitarrista de rock.

Creo que uno de los primeros puntos sería la técnica del guitarrista. Ahora, aquí juega un papel fundamental la forma cómo el guitarrista despliega su talento con la herramienta que le da de comer. En la historia del rock se ha visto todo tipo de técnica usada. Desde el ‘tapping’ de Van Halen hasta el ‘pinch armonics’ o ‘Squealies’ (armónicos) de Zakk Wylde, el cual genera ese sonido chillón que todos le conocemos.

Un segundo punto podría ser el estilo al momento de tocar en un escenario. Aquí la cosa cambia un poco, dado que no todos tienen la misma reacción al momento de encontrarse en pleno 'trance' musical. Una prueba de ello es si comparamos la ‘danza’, por así decirlo, del mítico guitarrista de ACDC, Angus Young, quien en todo momento no deja de mover ambas piernas, así como de lanzarse al piso con su guitarra, con el estilo, casi somero, y por ratos agresivo, de Joe Perry, guitarrista de Aerosmith. Como ellos existen muchísimos casos más que de seguro en este momento rememoran.

Y un tercer punto a tomar en cuenta sería la trascendencia y respaldo de la banda de origen. Muchos de los grandes guitarristas que forman parte de nuestro legado musical, aparentemente, se hicieron conocidos hace más de dos o tres décadas. Con esto no quiero decir que los nuevos guitarristas no sean considerados unos ‘tromes’ con la guitarra, sin embargo, las grandes bandas que hasta ahora se encuentran en la cúspide de nuestra conciencia musical han sido fundamentales al momento de señalar qué guitarrista es un ícono y quién se perdió con el tiempo.

Nadie podrá negar que cuando los Guns And Roses se separaron también se rompió el mito de Slash. Muchos dicen que Slash sin Axel Rose dejó de ser lo que alguna vez fue. Posiblemente sí, posiblemente no. Brian May, toda una leyenda en Queen, dejó de ser, también lo que alguna vez fue, una vez que Freddy Mercury partiera a mejor vida. Tony Iommi, y aquí me estoy refiriendo a uno de los ejes que crearon el heavy metal en la historia del rock, creo que no fue el mismo una vez que Ozzy Osbourne dejara Black Sabbath para seguir su camino como solista.

Es decir, si bien los anteriormente mencionados dejaron escuela y tradición dentro del rock, la cual hasta ahora todos seguimos y respetamos, creo que de nada sirve el recuerdo una vez que se deja de lado la agrupación como base de origen.

Definitivamente los tres anteriores puntos no son, ni reflejan, la totalidad del porqué tal guitarrista es lo que es hoy. Es más, estoy seguro de que muchos piensan el porqué no se incluyo a tal o cual guitarrista en el post. No se preocupen. Más bien, vayan ensayando cómo caer firme en el piso una vez que dan un salto en el aire con su guitarra; o cómo abrir las piernas en V invertida al estilo Slash o Zakk Wylde; o si gustan, empiecen a quemar su guitarra al estilo Jimi Hendrix, porque si tienes todas esas cualidades, estoy seguro de que pronto serás el ‘guitarrista que siempre soñaste ser’.


 

domingo, 24 de octubre de 2010

Simplemente GRUNGE!


Gente, pocas veces un género ha calado tanto en mi mente como el que a continuación pasaré a detallar. Tal vez no tenga una definición exacta, ni tampoco implique una sensación determinada, sin embargo, desde que escuché Everlong de Foo Fighters mi vida dio un giro inesperado. No sé cuál sea la razón del porqué, en la actualidad, escuché, sólo, ‘Grunge’. Sí: Grunge. Dice poco como enunciado, pero representa mucho al momento de desfogar una serie de emociones que tuvo como ágape la década de los noventa y que, al parecer, aún no se quiere ir. Hoy en Cuarto D Ensayo: Simplemente Grunge! 

Al recorrer esta vieja y larga autopista del rock es difícil llegar a establecer un significado sobre una palabra que dice mucho, pero que es complicada definirla en términos sencillos. Grunge! 

¿Kurt Cobain supo, en su momento, el significado de esta palabra? ¿Los rockeros de Seattle, también en su momento, llegaron a conocer cuál era el verdadero significado de este maravilloso término que tratamos de definir?

Cuando veo un video de una banda heavy metal, instantáneamente, lo asemejo con la voz o la guitarra, es decir, el talento del vocalista y el virtuosismo del guitarrista; de igual forma, cuando observo un video de una banda punkie no sólo puedo sentir la fuerza del bajo o la distorsión de la guitarra, también trato en entender la rebeldía de sus ‘complicadas’ letras. Y así se podría hablar de más género dentro del rock. A todo esto, y siguiendo esta lógica, ¿qué se podría decir del grunge?  

Si tenemos que seguir un patrón para comprender al Grunge, situémonos en la máxima, por así decirlo, expresión de este género. Kurt Cobain, para muchos un Dios; para otros, representa al desaparecido Lennon en la tierra. ¿Qué aporto Kobain con su banda Nirvana, y sobre todo qué aporto éste al Grunge? Revisemos. 

Para empezar, las estrellas o los personajes sobre salientes fueron dejados de lado. Todos aportaban lo suyo. Tanto Novoselic, Crover y Cobain dieron al grunge, aquello que los demás géneros no llegaron a concretar: igualdad. Esto lo podemos ver en Smashing Pumpkins, Pearl Jam, Alice in Chains o Soungarden, piedras angulares del Grunge y que emergieron de Seattle. 

Ahora, me podrán decir que Vedder, Cantrell o Cornell se convirtieron en figuras que representaron al género, y que dejaron de lado lo que en un principio se sostuvo como igualdad; es probable que sí; sin embargo, aquella igualdad transformada en ‘poder’ generó que el virtuosismo de estos hiciera que la misma música los ‘vomitara’, por así decirlo, una vez que esta fue situada como tendencia en los noventas. 

Ahora esta igualdad tuvo como vestimenta de batalla algo tan sencillo como lo que en su momento hizo metallica, es decir, polo negro, jean y zapatillas sucias, tan simple como eso; en el caso del Grunge, la clásica camisa franela, el jean sucio, y el cabello grasoso.
No sé, pero algo que siempre recuerdo, sobre todo cuando escucho afinar al guitarrista de mi banda The Cargosos, Fernando, es la distorsión de una guitarra ‘grungera’. Es como si fuera un carro viejo a punto de apagarse o malograrse. 

Tanto ‘poder’ encuentro en el Grunge. Tanta quietud que despega por momentos, y tanto devenir que, gracias a Dios, no se apaga. En un mes y medio, uno de los pilares del Grunge, aunque para muchos no lo sea, Stone Temple Pilots, arribará a nuestra capital. Espero que esta sea una gran oportunidad para que toda esa legión de ‘grungeros’, de una vez por todas, expectore sus vacilaciones y sentimientos que el género se encargó de domar durante todos estos años…ImI…!  



domingo, 10 de octubre de 2010

Hey, por qué no formamos una banda de garage...


Gente, luego de huir por unos cuantos días de mi cuarto, estoy de vuelta para hablar acerca de algo que me tiene relativamente esperanzado y que, por supuesto, tiene que ver con el rock. Hace una semana tuve una presentación con mi banda The Cargosos en un bar por los Olivos, y aunque eso debería representar un motivo de orgullo para el que habla, las palmas, esa noche, estuvieron dirigidas  hacia rockeros que bordean entre los 10 y 14 años, y que dan todo lo que fuera con tal de subir a un escenario y ser, por una noche, la banda que siempre soñaron ser. Hoy en Cuarto D Ensayo: Hey, por qué no  formamos una banda de garage…

Hasta ahora tengo el recuerdo de Kevin Arnold y su banda Los zapatos eléctricos. Es gracioso, ¿no lo creen? Sufrían por tocar un tema conocido, pero lo mejor era que se divertían en el intento. Ahora, por qué empiezo con esto. Bueno, por qué ahí está la esencia de una banda de garage. 

Cuando uno empieza a tocar un instrumento, siempre tiene dificultades al inicio. Como alguna vez me comentó un viejo amigo: “la técnica y las bandas que influyen en nuestro estilo, representan un 20%, el ‘feelin’ y nuestros deseos por aprender, el resto”.

Ahora, al momento de formar una banda, es todo un ritual el que se inicia. Para empezar, existen posiciones determinadas en una banda, que no en todos los casos se respeta, claro. Ejemplo: The White Stripes. Lo normal es que exista un guitarrista, un bajista, un baterista y, finalmente, un vocalista. Cada uno de ellos tiene una función específica dentro de la agrupación. 

Unos empiezan tocando covers; otros, tal vez, propias. El chiste es simplemente tocar, para muchos. 

Se encuentran aquellos que, como anteriormente mencioné, simplemente tocan por tocar, es decir, diversión sin mucho esfuerzo; en cambio, otros se toman más que en serio esto de auto exigirse al momento de tocar. 

Están los que quieren mantenerse en la clandestinidad de su cuarto o de una sala de ensayo, o aquellos que no le tienen miedo al respetable y simplemente suben a un escenario y tocan lo mejor que puedan. 

Definitivamente, es suculento y delicioso escuchar una pieza de rock tocada a la perfección, sin embargo, creo que cuando uno escucha a un pequeño de tan solo 11 años y observa cómo se exige para sacar Master of Puppets de Metallica, con mucho esmero, es más que loable su proeza así no esté bien ejecutada la canción. 

A los presentes, ¿recuerdan cuántas veces se les ha caído una baqueta o tal vez que una cuerda de guitarra se haya roto e, incluso, que uno de los micrófonos con el cual se disponían a cantar, de la nada, se apagará en pleno ensayo? Bueno, eso representa una banda de garage: momentos divertidos que siempre serán recordados y que son parte del bagaje musical de cada uno, y que es fuente de inspiración para muchos que recién se inician en este bello mundo del rock and roll…ImI…!


domingo, 3 de octubre de 2010

Iron Maiden en Lima...(el recuerdo)


Gente, dado que hoy es domingo 3 de octubre del 2010, día de elecciones municipales en Perú, no tuve más remedio que recurrir al cable y escapar de toda esta ola nefasta que nos envuelve cada tres años. Para mi mayor sorpresa, en HBO Plus, están pasando el documental de Iron Maiden: Flight 666. Tremenda sorpresa, ¿no les parece? Es más, en estos momentos, vienen a mi mente pequeños pasajes del memorable concierto que la ‘Doncella de hierro’ diera en nuestro país, en Marzo del año pasado. Sé que las lágrimas caen por mi rostro, sin poder contenerme; no es para menos: volver a observar y escuchar Aces High o Powerslave, simplemente hace que uno deje de soñar y sienta que todo es posible. Así que, sin tanto rollo, retrocedamos por unos meses y volvamos a ser partícipes de este mágico sueño que tiene por nombre IRON MAIDEN!

UP THE IRON, para todos ustedes. 

Pd: Los videos que a continuación observamos reflejan, en sí, el sentimiento de la gente hacia esta gran banda…ImI…!

Aces High 

Two minutes to midnight ...SCREAM FOR ME LIMA...


Fear of the dark


Run to the hills 


ImI...



miércoles, 29 de setiembre de 2010

“Hey, la música es mucho más que tres notas

Gente, no sé, pero ayer que estuve ensayando con mi banda The Cargosos me di cuenta de algo: las personas, no todas claro, piensan que porque uno toca Nirvana es como si se tratara de algo totalmente simple y pasado de moda. Es curioso, pero recuerdo que en la adolescencia las primeras canciones que traté de sacar, con una bandita que formé en el colegio, fueron, precisamente, las del tío Kurt Cobain. Es más, aún tengo grabado en mi memoria las palabras ‘nefastas’, por así decirlo, de mi hermano que me comentó, mientras me enseñaba a tocar guitarra. “Pero por qué no puedes aprender algo tan sencillo, sí sólo son tres notas”.  Hoy en Cuarto D Ensayo: “Hey, la música es mucho más que tres notas…”


Creo que cuando uno es chico, sobre todo si hablamos de alguien que tiene doce años, piensa que la música que escucha lo es ‘todo’. Bueno, en la actualidad, aún sigo pensando lo mismo. Mientras escribo este post, la música del buen Scott Weiland trata de hacer lo suyo. Canciones como Creep de Stone Temple Pilots, que nacen con tan solo tres notas, pueden decir mucho más que cualquier pieza finamente elaborada por, quizás, un virtuoso del rock. 

Ahora, ¿qué entendemos por virtuosismo dentro de la música? Veamos. Cuando en su momento mi hermano me dijo que aquello que trataba de enseñarme era demasiado sencillo como para tocar, le dije. “Oe, y si te parece tan sencillo para tocar, por qué que existe en la actualidad un patita como Kurt Cobain que hace delirar a millones con eso que tú llamas sencillo”.

Muchos piensan que porque tocan rápido una guitarra o quizás porque realizan, digamos, movimientos que sobrepasan la gravedad, se consideran unos genios que lo pueden todo. Tal vez suena a ironía de mi parte decir esto, sobre todo porque soy un fiel seguidor de locos con la guitarra como: Yngwie Malmsteen, Joe Satriani, Jeff Beck, Van Halen, George Lynch, entre otros; mejor dicho, entre muchísimos más (risas). 

Bandas como The Ramones, Sex Pistol, The Clash y The Cure, encontraron aquello que otros grandes, por así decirlo, sobre todo si miramos su rapidez o excentricismo dentro de un escenario, no lograron. Razones para lograr esto existen muchas. Críticas del respetable por lo sencillo de sus melodías existen a montones. 

Se dice que en su momento Joe Ramone fue separado de una banda Hard Rock porque no alcanzó las notas altas de temas que lo ameritaban. Se dice que algunas bandas grunge como Alice in Chains, Nirvana o Smashing Pumpkins son aquellas agrupaciones que no llegaron al estrellato Heavy glam y que, hasta ahora lo escucho, fueron los negados del rock en los ochentas. Es increíble, pero esos son los grandes mitos del rock. Será verdad, no lo sé. Lo único que sé es que al escuchar, por primera vez, al maestro Kurt o tal vez a Tom Morello, sentí algo totalmente diferente que no puedo borrar de mi mente. 

Creo que el virtuoso, y loco en el rock, siempre se han caracterizado por sacar aquello que parece imposible, y que, tal vez, en su intento  por dejar huella y querer sacar una pieza demasiado elaborada, encuentra, en su simpleza, eso que puede agradar a muchos. 

Así que ya saben, sobre todo para aquellos que recién se inician en la música, no se dejen amilanar por nadie. Si estás con tu guitarra en estos momentos y, precisamente, estás sacando algún tema de Nirvana, Ramones o tal vez un tema propio, recuerda que esas tres notas te pueden cobijar gran parte del día, o incluso toda tu vida. “No les saques la vuelta nunca, sé fiel, y quién sabe, te pueden dar más de una sorpresa”…ImI…


 













miércoles, 22 de setiembre de 2010

¿por qué la gente detesta o critica el tono de voz de los vocalistas heavy metal?


Gente, hoy, sin pensar, escuché de la boca de una de mis mejores amigas lo siguiente. “Oe, no te ofendas, pero no te cansas de escuchar a esos pelucones que tanta bulla hacen. Es más, me llegan sobre todo esos que gritan como mujeres. ¡Los detesto!”. No sé si fue la manera cómo me lo dijo o si fue su irracionalidad del momento, sin embargo, lo que sí recuerdo de aquel desagradable episodio es que  tenía que llegar a mi casa volando, y escribir un post  en defensa de aquellos que ella dice ‘pelucones que gritan como mujeres’. Hoy en Cuarto d Ensayo: ¿por qué la gente detesta o critica el tono de voz de los vocalistas heavy metal? 

Cuando uno se inicia en el rock, siempre tiene prototipos o modelos a seguir. Se encuentran entre los que les gusta el estilo con voz gruesa, o como dice mi madre. “esos gritos ensordecedores”, y distorsión rápida, bien a lo Pantera, Metallica o Slayer; o aquellos que les gusta el heavy metal o hard rock, es decir, con un tono de voz relativamente alto.

Ahora, si nos ponemos a observar el panorama del rock, tenemos de todo un poco, ¿no? Entonces, ¿por qué agarrárselas con el vocalista heavy metal? 

Saben, desde siempre mis amigos, no todos claro, les ha parecido una chistosada o tal vez una burla el cantar como un heavy metal. A veces en los ensayos. “Oe, hay que tocar una de Iron Maiden o de Helloween” Y su respuesta no se hace esperar. “No, brother, paso. Me da palta cantar como una flaca” (…) 

Si revisamos el por qué es que un vocalista heavy o de hard rock canta con un tono alto, es posible que encontremos una serie de acepciones. Para empezar, tenemos que hurgar en las raíces para saber el quid del asunto. Como cultura musical, nadie me podrá negar que, en algún momento, no ha escuchado a Led Zepellin, banda de culto para muchos que nos iniciamos en el rock. O sea, si has escuchado a Robert Plant definitivamente tienes que tener en cuenta que el tío tiene una voz alta, para empezar. Y así podríamos mencionar una serie de nombres dentro del género: Ian Gillan de Deep Purple, Joe Lynn Turner de Rainbow y de Yngwie Malmsteen o el mismo Steve Perry de Journey.  En fin, una serie de talentos que se hicieron conocidos por su tono de voz alto y su manera de hacer un buen rock. Pero, por qué. ¿Por qué cantan con un tono alto?

Una vez el gran Yngwie Malmsteen, durante una entrevista, mencionó algo que me dejó pensando y que justo tiene que ver con este tema. Le preguntaron. “En qué te inspiraste al momento de componer toda tu música” Él simplemente respondió. “Una de mis influencias fue Paganini y Bach, entre otros…. la música clásica es una enfermedad la cual intoxicó mi vida y por ende mis creaciones”.

Definitivamente, la música clásica ha sido una cuota de inspiración para muchos que se iniciaron en el rock. El juego de instrumentos como pueden ser un violín, una guitarra barroca, un chelo o un piano, entre muchos más, nos pueden dar un acercamiento de cómo se trató de plantear el rock, sobre todo a mitad de los setentas y principios de los ochentas, con bandas como las del maestro Yngwie Malmsteen o el mismo Ritchie Blackmore, quienes trataron de simbolizar el rock por medio de la música clásica y el blues, sobre todo en los tonos y en los tiempos, a través de las guitarras, el teclado, y la voz en los cantantes. 

Luego el devenir es casi conocido. Bandas heavy que sazonaron este asunto y que todos conocemos como: Guns and Roses, Motley Crue, Poison, Cinderella, y todas las glam que te puedas imaginar; o aquellas con una temática aún más elevada y épica como: Rhapsody, Stratovarius, Helloween, Gama Ray, Avalanch, son un fiel reflejo de lo antes presentado. 

Así que si quieres criticar o tratar mal a un chico con tono de voz alto y que quiere hacer un buen heavy metal, primero piensa en el pobre de Bach o Amadeus, quienes colocaron las primeras piedras para engendrar estas hermosas melodías que alguna vez gritaste o coreaste. Están advertidos…ImI…

 
 

domingo, 19 de setiembre de 2010

Ozzy Osbourne: "You're fucking crazy man" (el tributo)


Gente, para muchos de los que me conocen, y para aquellos que recién lo hacen, quiero comentarles que tengo una gran debilidad en mi vida. Tal vez algunos ya se dieron cuenta; otro nos. Pero desde que escuché la canción No More Tears de Ozzy Osbourne simplemente dije. “¡Qué tal voz! ¿Quién es ése pata? Hoy, en Cuarto D Ensayo, un tributo a uno de los grandes maestros del rock que me acompaña desde que tengo 10 años, y que hasta ahora, gracias a Dios, se encuentra entre nosotros. El gran OZZY OSBOURNE…ImI…

Hablar sobre el príncipe de las tinieblas, el ozzman, o, simplemente, el tío Ozzy, es una alegría indescifrable para un headbanger, como el que habla, debido a una serie de razones tanto musicales como existenciales.

Luego de su paso por Black Sabbath, banda con la que TODO o prácticamente ‘todo’ empezó dentro del heavy metal, muchos creyeron que este sería el fin del gran Ozzy; sin embargo, fue en aquel final donde todo comenzó.  

Para empezar, podríamos mencionar que la voz del gran Ozzy tiene algo que otras no tienen. Me animaría incluso a decir que fue esta la causante de que existan diversos géneros del rock a partir de mediados de los setentas. 

Ahora, ¿Por qué se da esto? Vamos a ver. Ozzy Osbourne siempre se ha caracterizado por reclutar a grandes guitarristas que en su momento fueron unos totales desconocidos, (no todos, claro) pero que luego se convirtieron en las leyendas que hoy, gracias a nuestro bagaje musical y al youtube, conocemos. 

Randhy Roads, Brad Gillis, Jake E Lee, Zakk Wylde, y, ahora, Gus G. Todos, en su momento, menos Gus G que es el guitarrista actual de Ozzy, determinaron los tiempos y movimientos musicales que el heavy metal debía tener para entonces. Claro, si nos remitimos a Randhy Roads, maestro de maestros, podríamos decir que fue él quien comenzó el ‘estilo’ al momento de caracterizar y tomar como referencia, con su guitarra, la voz del gran Ozzy. Discos como el “Blizzard of Oz” o el “Diary of a Madman” son piezas musicales que determinaron, por medio de la guitarra de Roads, un hilo conductor dentro de los rasgueos ‘crujientes’ en el heavy metal, y el rock, a lo largo de los años. 

Jake E Lee, uno de esos genios que sólo nacen una vez en la vida, dio origen, junto a Ozzy, a uno de los mejores discos heavy en la década de los ochentas, “The Ultimate Sin”. La rapidez y el feelin de Lee al momento de versionar Lightning Strikes  nos da el indicativo de que Ozzy, junto a su voz glam, se enrumbaban hacia el éxito. 

El vikingo, la bestia, el hombre de la parada con V invertida, y de quien se dice que es el último gran guitarrista de todos los tiempos, Zakk Wylde, en estos últimos 22 años, fue otra de las piezas vitales para que el gran Ozzy se mantenga con ese poder que todos le conocemos. El “No Reast for the Wicked” fue el disco que nos dio la luz de que Ozzy  Osbourne y  Zakk Wylde serían aquella dupla poderosa para el heavy metal durante estas dos últimas décadas. Temas como Miracle Man, Breaking the Rules, representan el poderío que es sintetizado por el gruñido chillón de la guitarra de Wylde, y que, estoy seguro, representa, en guitarra, la melodía con eco, al final, de la voz de ozzy. 

El príncipe de las tinieblas, el no muerto, el abuelo de todos los que escuchamos del buen metal, sigue entre nosotros, “vivito y coleando” y debemos sentirnos felices por eso. Qué más se puede decir sobre este ser, nada. Simplemente, tal vez decirle, si algún día lo tengo al frente. “you' re fucking crazy, man”….ImI….! 

Habrá segunda parte...

Pd: A continuación los dejo con dos temas, tal vez que no son los clásicos del tío, pero que representan el feelin de Ozzy a lo largo de toda su historia. 






viernes, 17 de setiembre de 2010

Hey, pero por qué se van, si la fiesta recién comienza...

Gente, no sé si me equivoco, pero creo que cuando uno asiste a una fiesta, entre otras cosas, para empezar, busca divertirse; luego, trata de entablar una conversa interesante con alguien;  si se puede, bailar un poco, dependiendo de la fiesta, claro; y, finalmente, volver a casa con un grato recuerdo. Sin embargo, qué ocurre cuando aquella fiesta tibia e inocente, para el caso, se transforma en un vendaval insano del rock, que emergió de la nada, pero que al día siguiente fue apodada entre todos tus amigos como ‘la madre de todas las fiestas’. 

Sé que estamos a una cuantas horas del vanagloriado sábado, día, para muchos, como el que habla, de salida nocturna y vaivén peculiar. Aunque lo que les voy a contar, es posible que aligere su salida este fin de semana o haga que organicen una fiesta de aquellas en casa.

Todo comenzó con un silbido de mi buen amigo Diego, quien me avisó de una fiesta que en sí era una ‘tocada’ en casa de un amigo suyo de la PUCP. Era el momento cumbre para nosotros. Sentí que ‘esto’ era una señal. 

No pasó ni cinco minutos y estuve en casa de mi bajista esperando a que los demás integrantes de la banda lleguen. Pasaron los minutos y uno a uno arribaba sin previo aviso. Los instrumentos eran probados antes de su ejecución final. Aparentemente, todo quedó listo. Era el momento de partir. 

En sí, para qué, la emoción era grande. Todos nos hicimos la idea de que la ‘tocada’, en casa del amigo de mi brother, sería genial. Sin embargo, aquí empezó nuestro primer gran dilema, o mejor dicho, mi primer gran dilema. “Diego, ¿dónde vive tu amigo?” A diego nunca le ha gustado contestar mientras maneja, aunque, ante la presión del grupo, respondió lo siguiente. “Cholo, no te preocupes, mi pata vive algo lejos, al costado del cerro, para ser más exactos” (risas). Al observar la sonrisa masiva de mis amigos, comprendí que se trataba de una broma. No obstante, las broma, algunas veces, superan la realidad. 

Una vez que arribamos, y desmontamos los instrumentos, la lógica de poder analizar lo que nuestros ojos vieron aquella noche, simplemente, quedó en el recuerdo. 

Para empezar, la fiesta, o mejor dicho, cualquier cosa, en efecto, quedaba al costado de un cerro. No nos molestaba, para nada tocar al costado de un cerro; aunque nunca creímos que esto ocurriría. Irónico, para qué. (risas) Una vez que ingresamos a la reunión, nuestros corazones, empilados por el hard rock que aquella noche vuestros poros expulsarían, se apagaron totalmente con el ambiente. Era la primera vez que veía algo así. Amigos del cumpleañero por un lado; familiares por otro; y metaleros y punkies sin dirección alguna. Era una especie de fiesta en donde nosotros seríamos la cereza de la noche y ellos nuestro fiel público que, por las muecas en sus rostros, no esperaban nuestro arribo.  

Era hora de tocar; aunque el dilema, ahora, era el siguiente. “Diego de ‘mela’, ¿por qué no nos dijiste que esto era una fiesta y no una tocada? Mi querido amigo solo atinó a responder. “Oe, ya no me jodan, toquen nomás…”. En ese momento recordé a Kevin Arnold, quien con su banda los Zapatos Eléctricos dijo algo similar. “si no tocamos bien, al menos tocaremos fuerte”. 

La ironía de la noche terminó antes de poder empezar con el primer tema. ¿Qué ocurrió? Los amplificadores dejaron de funcionar. ¡No se podía conectar los instrumentos! Para esto, la masa ardiente de espectadores se mostró algo impaciente. Pensé que este sería el fin. Sin embargo, los milagros aparecen de la nada. Fernando, el chato entre nosotros, agarró una guitarra de palo y sacó uno de los temas emblemas de Slayer, “The antichrist” con una rapidez que no le conocía. Fue ‘locazo’. Nadie esperaba que tocara este tema con tan solo una guitarra de palo. Lo único que atiné fue seguirle la corriente con la batería, y al final, sin querer queriendo, se convirtió en una sinfonía de total destrucción. 

Los minutos transcurrían y las sillas volaban de un lugar a otro. La masa de amigos y de familiares, sobre todo de aquellos que se encontraron  atrapados entre la multitud, y algunos desconocidos de negro, armaron tremendo ‘pogo’ que en cuestión de segundos transformó la inocente reunión en todo un campo de batalla. 

Creo que ni siquiera nosotros, al final, luego de observar a toda esa masa que nos despidía con espaldarazos en los hombros, pudimos comprender lo que había ocurrido. Era la hecatombe de aquello que nos gusta y nos mantiene despiertos. Era el sentimiento que se deslizó por nuestras venas e hizo que una serie de individuos, que nos parecían extraños, así como lo fuimos para ellos, terminaran por ser una ola, que al igual que el rock, nos envolviera en aquello que aún, hasta hoy, seguimos creyendo…ImI…


miércoles, 15 de setiembre de 2010

Oe, todo el día paras de negro, ¿no?



Gente, creo que pise fondo dentro de mi psiquis rockera. Desde hace unos minutos, algo que siempre estoy acostumbrado a usar como vestimenta de guerra en el pecho, me está generando un cuestionamiento, quien sabe errado, sobre una de las expresiones que más adoro en la vida: el metal. Es más, a tal punto a llegado todo esto que luego de observar por unos minutos mi polo de color negro de Metallica, ‘tirado’ en mi cama, una pregunta se me vino a la mente: ¿Por qué al color negro, dentro de la música, siempre se le ha identificado con esa maraña que envuelve al rock, sobre todo en géneros como el hard rock, el metal, el dark, o, incluso, para algunos, el punk?

Es gracioso, pero hace unos minutos, mientras chateaba con uno de mis patas, le comenté sobre este post y, sin pensarlo dos veces, me respondió lo siguiente. “Este es un tema bastante profundo brother, en donde no sólo se abarca la música, sino también lo místico y lo religioso…”.

(Gracias, keddy. Te pasaste pal cuzco con tu aporte).

Definitivamente la música, sobre todo el rock, siempre ha caído dentro de un culto obsesivo y emotivo, muchas veces de tribu, que genera un vaivén corporal divertido, al cual nosotros le aplicamos una serie de calificativos como: yeah!!! o hell yeah!!, y claro, siempre acompañado de una reinterpretación no verbal metal como esta: ImI...(los famosos ‘cuernitos’ del diablo).

Ahora, si queremos reconocer una etapa o momento en donde se produjo este gusto o asociación del color negro dentro del rock, tendremos que viajar en el tiempo y especular con alguna banda de nuestro terruño musical.

Para algunos, Black Sabbath es, y será siempre, la piedra angular de todo lo que tenga que ver con lo oscuro y siniestro en el rock. Canciones como Black Sabbath o Sabbath Bloody Sabbath han representado, por así decirlo, la parte mística o mágica dentro del rock, a lo largo de los años.

De igual forma, si tenemos que hablar de una agrupación que se enfocó netamente del color negro dentro de su insignia de batalla en el rock, podríamos mencionar a la banda heavy Judas Priest, sobre todo visto desde el gusto andrógino del líder de la banda, Rob Halford, quien, desde siempre, ha manifestado un apego por el cuero, ya sea en gorros, látigos, casacas, pantalones o botas.

Cuando hablamos de aquello que consideramos como contestatario y que representa, en parte, también al color negro, estoy seguro de que automáticamente se nos viene a la mente las casacas de cuero de The Ramones y su famoso “blitzkrieg bop”.

Lo que sí es un hecho, y la mayoría de metaleros dan fe de aquello, fue el momento en que el estereotipo de un headbanger se formó con el color negro. Todo se lo debemos a Metallica y su clásica indumentaria. Más sencilla no podía ser: un polo negro, un jean y unas zapatillas.

Por donde uno lo mire, el color negro siempre ha estado ligado a toda manifestación corporal, emotiva, y muchas veces irracional dentro del rock. Su textura, su magia y su casi innegable fidelidad es una cuestión de orgullo para muchos que sienten y aman esta maravillosa música.

A todo esto, ¿Qué más queda decir? Nada. Simplemente, en estos momentos, coge tu camiseta, sea de Metallica, Slayer, Pantera, Kiss o de The Ramones, pon la música a todo volumen, y siente lo que es incuestionable e irrefutable.

Mientras de fondo suena Four Horsemen de Metallica, tal vez ahora entienda lo que en su momento quiso decir Gerardo Manuel cuando mencionó: “el rock es cultura”. Aparentemente, tuvo razón…ImI…